Los libros de cocina son una fuente de recursos e inspiración muy útil cuando la imaginación falla, que a todos nos pasa. Y más ahora que estamos viviendo esta situación excepcional del virus covid-19, necesitamos mantener la mente ocupada y alimentándola de estímulos creativos. Ya sea en formato digital o en papel, los libros siempre son un gran aliado en esta tarea.
Si eres cocinero profesional, o simplemente un gran amante de la cocina, estoy seguro que en algún mueble de tu casa se acumulan las publicaciones de grandes Chefs tanto nacionales como internacionales. No sé muy bien explicarte el por qué, pero los que vivimos frente a los fogones, tenemos una gran fijación por los cuchillos y los libros de cocina, que se podría comparar con la de los niños con sus juguetes. Supongo que los vemos como una posibilidad de más, más y más.
No son un hobby barato ni fácil de almacenar, pero aun así somos atraídos hacia ellos en cuanto pisamos una librería. La ilusión de nuevas recetas, el destello de fotos coloridas y sus autores en la portada nos impulsan a querer llevárnoslo, con la promesa de que esta vez lo leeré entero y le sacaré muy buen provecho. “Serán 50€ que valdrán la pena” te dices a ti mismo… otra vez… Y la mitad de las veces sabes que te mientes descaradamente, y que pasado mañana ya no te vas a acordar de que lo compraste.
Ahora mismo, mientras escribo, estoy viendo mi estantería y os juro que hay alguno que no se ni de dónde ha salido.
Por suerte, entre todos ellos siempre hay los típicos que nos socorren y que valen lo que pagamos por ellos en su día. Por eso debemos aprender a distinguir lo que compramos y evitar los típicos libros muy bonitos de portada dura que están totalmente ideados para ampliar el “merchandising” de algún cocinero famoso. Una vez obviamos esos, hay muchos que de verdad aportan técnicas viables, emplatados que no son solo de foto y recetas muy prácticas y que nos motivan a seguir aprendiendo y ampliando horizontes.
De este tipo os recomiendo 5, que yo tengo desde hace bastante tiempo y de los cuales he sacado algo. No son caros, en comparación con otros menos prácticos, y sus recetas usan productos y técnicas que podrás usar sin tener tres Estrellas Michelin.
PAN. Xavier Barriga. De aquí he sacado una focaccia que la gente quería repetir, y a parte enseña variedad de masas dulces y saladas, muy bien explicadas si eres novel en el mundo de la masa madre y la levadura.
Tiene un capítulo en concreto de “Panes de otros mundos” que me encanta.
TAPAS. Albert Adrià. Aunque este claramente ha tenido 3 Estrellas Michelin, he de decir que el libro me ha resultado más asequible de lo que me pareció a simple vista, es importante obviar las marcas exclusivas y saber sustituir algún ingrediente, pero si haces eso, podemos adaptar fácilmente las elaboraciones.
De aquí he hecho en más de una ocasión las Mini AirBags y siempre sorprenden.
A FUEGO NEGRO. Edorta Lamo, Iñigo Cojo y Amaia García. Este sin duda es de mis favoritos, primero por qué esta hecho en un formato de viñeta muy original y con toques de humor. Segundo por que las propuestas son muy asequibles basadas en los pintxos vascos que tanta fama tienen. Usan técnicas de vanguardia para dar sabores tradicionales.
De aquí me llevo sin duda el yogur de foie con naranja, un aperitivo que es acierto asegurado.
LAS TAPAS DE DANI GARCÍA. Dani García. Esta publicación es casi íntegra su carta de tapas de La Moraga, incluyendo fielmente ingredientes y elaboración, para poder reproducirlos y disfrutarlos. Todo envuelto en su ya clásica fusión andaluza-oriental que tanto gusta.
Las croquetas de choco con alioli de yuzu se recuerdan igual por sabor que por color.
CHOCOLATE FUSIÓN. Frédéric Bau. Este mundialmente conocido pastelero y amante del chocolate nos muestra una novedad, es un libro completamente dedicado al chocolate en el que no tienen protagonismo los postres. Nos enseña el cacao desde su recolección, su proceso y selección para poder usarlo en la cocina caliente como guarnición y aderezo de carnes, pescados y verduras. Te despeja la imaginación para poder crear.
Su combinación del chocolate blanco con wasabi, aunque ya se ha hecho bastante popular, sigue siendo mi favorita.
Y recuerda…
“La gente de éxito tiene grandes bibliotecas; el resto, grandes televisores”
Jim Rohn
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